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¡¡ El día que Paul McCartney presentó a George Harrison a Lennon (esquire.com) ¡¡ :
El día que Paul McCartney presentó a George Harrison a John Lennon
Un autobús de dos pisos y un chaval de 14 años que era capaz de sacarles los acordes a cualquier tema que escuchaba en la radio. Recordamos la historia, en el veinte aniversario de la muerte de George Harrison
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El ser humano inventó los autobuses de dos plantas para que George Harrison tocara en uno de ellos su guitarra un 6 de febrero de 1958 y, así, la Historia pudiera seguir su curso. Ni más ni menos. No le busques ninguna otra explicación. (Y es tremendamente irónico que esos autobuses sean un invento francés y no británico.) George Harrison tenía catorce años cuando el 6 de febrero de 1958 conoció a John Lennon en la parte de arriba de un autobús de dos plantas. Le quedaban diecisiete días para cumplir los quince años y tenía una audición para formar parte de un grupo que buscaba un tercer guitarrista (sí, ¿verdad?). De todas las canciones que podía haber elegido, la canción que tocó Harrison en ese autobús fue Raunchy, de Bill Justis, un tema instrumental que había popularizado Ernie Freeman. Raunchy, precisamente ese 6 de febrero de 1958 estaba en el número 1 del ranking de Rythm & Blues de Billboard. La versión sustituía en el número 1... al original de Bill Justis. Así que no era cualquier canción. Era la canción.
Que Harrison interpretara precisamente esta canción y no otra era significativo de hasta qué punto, con catorce años, se tomaba en serio a sí mismo como guitarrista, como músico y hasta qué punto le interesaba clavar la audición a la que se presentaba, que era para un grupo escolar de la Quarry Bank High School: los Quarry Men. No queda claro, porque nadie ha conseguido que quede claro, quién eligió la canción. Hay quien dice también que fue Paul quien le pidió que fuera precisamente esa, con lo que demostraría hasta qué punto se tomaba en serio las cualidades musicales de su amigo. Y, ojo, hay quien dice que todo esto es un mito y que el encuentro fue infinitamente más prosaico.
Nosotros nos quedamos con el mito y nos imaginamos a George tocando esto un frío y húmedo jueves de febrero en el piso superior de un autobús de dos plantas:
La invitación se la hizo Paul McCartney, un amigo y compañero del Instituto al que había conocido un año antes. Paul era el segundo guitarrista de los Quarry Men, además de uno de los cantantes del grupo, junto a un tipo que se llamaba John Lennon. "Hey, George, tienes que conocer a John", le dijo a George. "Hey, John, tienes que conocer a George", le dijo a John. Como si fuera la estrofa de la letra de una canción. Es fácil imaginárselo y ponerle música.
Paul llevaba desde verano en los Quarry Men. Se había mudado a Allerton, pero aún así mantenía la amistad con Harrison. Y, claro, desde que entró en los Quarry Men quería que George entrara. Pero ya había dos guitarras. Pero, claro, George, ejem, se sabía más acordes, y era capaz de sacar cualquier canción de oído, y eso era un plus para un grupo de músicos de Instituto. Por eso era interesante que tocara Raunchy.
Paul y George hablaban en el autobús de camino al colegio sobre música, de sus sueños, probablemente de la portada del Raunchy de Bill Justis, con el sarampión soleado de la portada. Y desde que había entrado en los Quarry, de los Quarry.
A Lennon le convenció George desde los primeros acordes, pero le miraba de arriba abajo y solo veía a un chaval de catorce años. Y eso que John tenía solo dos años más. Ellos querían aparentar que eran mayores y Harrison, barbilampiño, les quitaba años. "George parecía aún más joven que Paul, y Paul tenía unos 10 años, con su cara de bebé", contaría luego Lennon en entrevistas.
George Harrison y cómo hipotecó su casa porque quería ver 'La vida de Brian',...Por
23/03/2021
"El precio más alto jamás pagado por una entrada de cine"
- El día que Paul (McCartney) presentó a George (Harrison), a John (Lennon)
- Acabó siendo el dueño de HandMade Films, uno de los estudios más únicos del cine británico.
Hace menos de un mes George Harrison era trending topic por una razón la mar de simple, era su cumpleaños. Por aquel entonces recordamos 5 canciones de los Beatles compuestas por el genio callado de la banda. Hoy lo vuelve a ser pero la razón es más enrevesada. Ayer La 2, siempre iluminadora en su programación de cine, emitió La vida de Brian, la verdadera gran película de Semana Santa (eso sí, hay que emitirla unas semanas antes de las verdaderas fiestas no se vaya la gente a ofender). Y, como muchos usuarios se han apresurado a recordar, esa película no existiría sin George Harrison.
Aunque muchos críticos de "lo políticamente correcto" recuerdan a cada reposición de la película que sería imposible hacerla hoy en día, lo cierto es que en los setenta tampoco fue nada fácil. Cuando los Python ya estaban en Túnez preparando el rodaje, uno de los altos directivos de la compañía productora, EMI, decidió leerse realmente el guion. Se llamaba Bernard Delfont y sus convicciones religiosas hicieron que retirase todo apoyo a la película, dejando tirados a los cómicos.
George Harrison, por su parte, era fan declarado de los Phyton desde que les enviase una carta a la BBC por Flyng Circus, como cualquier otro espectador. Con los años trabaron una amistad basada en la admiración mutua y, cuando oyó sus problemas para llevar a cabo su película decidió actuar. El Beatle hipotecó su enorme casa para conseguir un dinero que no tenía en efectivo, unos cuatro millones de libras que costearon la producción de toda la película. Su razón fue tan simple como pura, simplemente "quería ver la película". Una intención tan noble como extraordinaria que los Phyton describieron como "el precio más grande jamás pagado por una entrada de cine". Por supuesto, la película fue y sigue siendo un éxito, un clásico incontestable de la historia del cine que le debemos a un mítico de la música.
Como curiosidad, esto es lo que refleja el diálogo que se oye al final de la escena final, junto a la canción Always Look on the Bright Side of Things, en referencia al productor que les cerró el grifo, Bernard Delfont:
¿Quién crees que paga por esta basura? Nunca van a recuperar el dinero. Le dije a Bernie que nunca iban a recuperar el dinero.
Sin un genio loco, y con dinero, como Harrison una obra tan valiente y desafiante como La vida de Brian no se podría haber hecho, ni entonces ni ahora. Pero la cosa no acabó ahí, los Phyton y Harrison siguieron en su andanza como productores durante más de una década. La compañía se llamó HandMade Films y produjo títulos como Los héroes del tiempo o El largo viernes santo. Su historia, como la que acabamos de contar, se refleja en el documental An Accidental Studio.
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